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Christian Felber: “El dinero como bien común”

Tal y como ha señalado en la presentación de su libro en catalán en la Facultat de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, España, “El dinero debería convertirse en un bien público. Es demasiado delicado y poderoso como para ser considerado un bien privado”. Una afirmación que bien puede parecer una utopía inalcanzable, pues el dinero, tal y como lo concebimos hoy día, es uno de los bienes privados por excelencia.

Pero lo que el economista mantiene con tal hipótesis no es que las personas dejen de estar en posesión de su propio dinero, sino que habría que establecer mecanismos que garanticen la función social del mismo.

Es decir, el “dinero como bien común” nos remite a los orígenes de la economía considerando al dinero como un medio para regular el intercambio, y no un fin en sí mismo.

“Es la contraposición a los ‘mercados financieros libres’, donde no hay límite al tamaño de las entidades financieras -cuyo objetivo supremo es el lucro-, no hay límites para conceder créditos, incluso si son para tumbar economías de los estados; no hay límites a la desigualdad, y no hay una supervisión financiera global”, declaró.

Para implementar su modelo teórico Felber propone que el Banco Central sea el único organismo autorizado para emitir dinero, que las empresas financieras estén orientadas al bien común y no a fines lucrativos y que los créditos sólo se concedan para inversiones reales.

Otras de las medidas expuestas pasan por limitar el tamaño de los bancos a un volumen máximo de activos de 30.000 millones de euros, así como la obligatoriedad de realizar una valoración ética antes de conceder un crédito.

De este modo: “Los bancos que cumpliesen estos parámetros seguirían gozando de los apoyos públicos, y los que no, quedarían en el mercado libre, pero libre del todo; es decir, no podrían hacer ningún tipo de negocio con el Estado, como refinanciarse, tener seguros que cubran los depósitos, o, en última instancia, ser rescatados”.

Le Economía del Bien Común, que está estrechamente ligada a valores como la cooperación, la honestidad, la responsabilidad o el respeto proclama que la reorganización del sistema capitalista debería comenzar “desde abajo”, algo que se conseguiría, según el autor, “organizando procesos democráticos”. Y es para Felber la capacidad de cambiar cosas reside en la capacidad de movilización de los ciudadanos.

Se trataría, entonces, de crear propuestas para realizar una “constitución monetaria” que posteriormente sería sometida a un referéndum.

Una constitución que recoja ideas referentes a qué entidades deben emitir el dinero, si los bancos centrales deben ser público o privados, o si la circulación del capital debe ser totalmente libre o, por el contrario, estar sujeta a una regulación territorial.

La Economía del Bien Común parte de la idea central de la democracia tratándose no sólo de una reformulación de la economía, sino también de la concepción de la propia democracia. “Se trata de una nueva división de poderes: el pueblo soberano elabora la Constitución, y los representantes la redactan a partir de esas directrices”.

FUENTE: enpositivo.com