Por qué la historia de la marca debe convertirse en la historia del consumidor
Las historias se han convertido en una de las herramientas que las empresas están empleando para posicionarse frente a los consumidores. Razones no les faltan. Cada vez es más difícil llamar la atención de los potenciales clientes y cada vez es también más complicado lograr conectar con ellos, haciendo que los mensajes que se transmiten sean memorables y que cuajen en la mente de los consumidores. Resulta cada vez más complicado conectar con los ciudadanos y, sobre todo, mostrar que los productos que se están vendiendo y compartiendo son los más adecuados para ellos. Quedarse sepultados en medio del ruido de fondo es cada vez más y más fácil y destacar más y más difícil.
En ese entorno, han aparecido elementos que ayudan a posicionar mejor las marcas y que hacen más visibles a las empresas. Uno de ellos es el storytelling, el narrar de forma eficiente las cosas. Las compañías tienen que construir historias y que compartirlas con los consumidores. Necesitan aprender a ser narradores (tanto es así que incluso las empresas han empezado a fichar a profesionales con carreras vinculadas a este terreno para diseñar y ejecutar esas narraciones) y a transmitir lo que quieren contar.
Las narraciones se han convertido en una vía efectiva para transmitir los valores corporativos, para posicionarse frente a los competidores o para hacer que sus marcas y sus productos sean mucho más memorables. Las historias consiguen que los consumidores reaccionen de un modo diferente a lo que se está compartiendo con ellos y también que el impacto que esos mensajes tienen sea distinto.
Las empresas – y sus responsables de marketing – han aprendido esa lección y la han asumido de forma clara en los últimos años. Necesitan saber narrar historias. Pero ¿ha llegado el momento de que aprendan un nuevo matiz en cómo contar las historias y sobre todo qué historia contar?
Lo habitual a la hora de construir las historias y de posicionarse con ellas es que la marca en cuestión lo aproveche para contar aquellas cuestiones que le interesan de forma especial. Esto es, las historias sirven para destacar valores, para contar los orígenes de la compañía o para asentarse de forma más sólida y firme. En general, se podría señalar que las empresas cuentan sus historias y que en ellas siempre son las protagonistas.
FUENTE: puromarketing.com